sábado, octubre 01, 2005

Isabel, mi mejor amiga

Se dejo llevar por el calor de unos besos, por el aroma olvidado de un perfume desconocido sobre su cuello. Habia pasado tanto tiempo sin sentirse querida, sin sentir que podria volver a ser deseada que fue facil dejarse llevar por aquellos labios extraños que le ofrecian nuevamente una oportunidad de dejar por un momento la rutina. Y asi fue, sin cuestionarselo mucho dejo fluir una pasion contenida, sus manos recorieron una piel desconocida, miestras la suya propia sucumbia ante los institntos ancestrales e inherentes del cuepo. La razon cayo a los pies de la cama y se encontro desnuda y fragil sobre una colchon desconocido. Absolutamente desprotegida, la fuerza y el temple de su caracter quedaron en algun rincon junto a su ropa. Fue facil recordar otros momentos semejantes, mientras un televisor encendido susurraba a la distancia. Y cerro lo ojos durante unos eternos minutos que ahora vuelven a su cabeza. Y se pregunta si de verdad asi lo queria, si la locura de una tarde de primavera tuvo algun sentido, si se siente ahora mejor de lo que se sentia ayer. No recuerda al personaje sin rostro con el que compartio aquella locura, no recuerda si aquellos besos tuvieron algun sabor especial o fueron absolutamete insignficantes. No recuerda siquiera si ese tremenda demostracion de confianza de su perte fue para el un buen recuerdo o solo un nuevo cuerpo que agregar a su larga lista de conquistas, otra mujer que sucumbio ante su experiencia.
Ella se sienta ahora frente a un televisor apagado, enciende un cigarrillo y en el silencio de una casa mometaneamente deshabitada se lo cuestiona todo. Ella no lo quiere a el y el a ella menos. Pero resulto bonito soñar un momento que aquella cama tantas veces usada seria en algun minuto la suya propia. Que aquellos besos serian de ella y de ninguna otra. Que lograria alguna vez conocer al personaje de la tarde anterior, que lograria conocer que pasaba por su cabeza y quizas hasta enamorarse. Pero en el fondo de su corazon sabe que seria lo peor que le podria pasar. En fondo de su mente sabia que habia sido solo una de tantas, una aventura que dura menos de lo dura en decaer la luz tenue del ocaso. Que una aventura no dura mas que un beso. Que los sentimientos no tienen cabida en esta historia. Que seria una ridiculez de su parte exigir una llamada o preocupacion, porque todo aquello quedo en el pasado cuando se cerro tras ella la puerta de esa casa desconocida. Que ya antes de encender el auto que la llevaria de vuelta al mundo real y tras fumarse el primer cigarrillo se daba todo por acabado.
Hoy la miro a los ojos y la incapacidad de mantener su mirada de frente a la mia dicen mas que cualquier palabra que pudiesen haber bosquejado sus labios contraidos. Se que necesitaba un abrazo y que le dijeria al oido que no se preocupara y que todo iba a estar bien, pero ella no es mujer que mereciera recibir esas palabras. Me hubiera gustado gritarle que nada ha perdido, que vale lo mismo que ayer, que hoy la admiro tanto como siempre. Pero su miedo y desazon me helaron al recibir solo una mirada de sus ojos.-Isabel, mujer, vamos a ver una pelicula?- le dije para interrupir el silencio aterrador que llenaba la habitacion.-No tengo ganas- Dijo mientras encendia el tercer cigarro consecutivo. Me levante y sali de su casa. Sabia que no me detendria.
He caminado varias cuadras pensando en ella y su silencio, analizando mis propias experiencias. Nada tengo que decir, solo que no basta ser una mujer bonita para asegurar el exito en una aventura primaveral. Mañana la vere nuevamente y se que la encontrare fuerte y arreglada, bella como siempre. No es mujer de dejarse vencer tan facilmente.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mo:
Me encantó lo que escribiste, más que eso, me gustó la forma en que lo hiciste. Disfrute mucho leyendo este fragmento.
Cuidate mucho, nos vemos
Besos

Anónimo dijo...

Que pena no creer en las coincidencias, yo creo que el dan un sabor especia a la vida rutinaria y urbana que tu mencionas.
Saludos Monica... me sorprende la delicadeza con la que puedes tocar temas tan sensibles para una mujer.