viernes, febrero 17, 2006

Quisiera

Sentado en una mesa, paticoja y desmembrada
Hoy me paro a hacer balance de una vida pasada,
Hay una carpeta rota, viejas fotos, sucias hojas,
Escritas con sudor, sudor que quema y que moja.
Soy la rata de tu casa, soy el tiempo que te pudre
Soy la puta de la esquina, soy cenizas en la lumbre,
Paparruchas ¡que tonteria!
Cuanto falso devaneo, ya no puedo disfrutar,
Ya no vivo sin el miedo ahora me toca soñar.
Canturreos de la calle, una manifestación
Gente en lucha, gente con ideales,
Quizas tengan razon o no...

Que zozobra, que ironía, que desidia,
Que desilusión, que hastió, que aburrimiento.
Y tal vez pase la vida sin pararse en un buen banco,

De una plaza cualquiera, a fumarse un cigarro
Y es que estoy perdiendo el juicio
Tengo el puño ya oxidado
De tanto pegarle puñetazos al tejado
Y quisiera estar borracho, y quisiera soñar menos,
Quisiera un minuto, en que no te eche de menos.
Y quisiera otra guitarra,y quisiera otra cabeza,
Quisiera estar alegre, y quisiera la tristeza.

Tengo una hoja en blanco, delante de mi diciendo,
Ven aqui cabron, porque tiemblas de miedo?
Suelta ya esa agonía, y cantame tu lamento,
Salvame, si puedes, de este vil incendio.

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Esta cancion de Estopa, ha sido el tema que mas he escuchado durante este verano. Me acompaño mientras viajaba al sur a hacer la practica y en mis fugaces retornos a Santigo, en las noches humedas de Concepción y en las agobiantes del campo. Mientras fumaba mirando el mar, a la orilla del estero y en esta casa vacia donde la soledad es la unica compañia que he buscado.
Esta es una de esas canciones que yo podria haber escrito, de haber nacido con el don de escribir canciones. La primera vez que la escuche me hizo sonreir esa sensacion de saber que alguien , en algun lugar, durante alguna circunstancia, escribio algo que yo no soy capaz de escribir tan claramente. Esta es una de esas canciones que me hace sentir complice. Sobretodo el estribillo, que esta lleno de contradiccion, de sentimiento avalanzandose sobre los oidos, demasiada informacion para ser procesada solo con escucharla una vez.
Asi sucede conmigo tambien , hablo mucho y demasiado rapido, tanto que casi nadie alcanza a entender lo que realmente hay tras la retorica y la excesiva fluidez.
Pero asi son las cosas. Continuare lamentandome y extasiandome con la soledad que no me abandona, preguntandome que imagen deberia tener en mi cabeza al cantar esta cancion, ya que habla de extrañar a alguien....alguien? quien? extraño de verdad a alguien? Quizas extraño momentos pasados en que tenia la sensibilidad a flor de piel, la soledad te hace fortalecer las mascaras e intensificar el prejuicio. Pero al mismo tiempo te hace crecer y te da tiempo de pensar, de escribir, de valorar las pequeñas cosas que se ocultan entre la multitud, entre los gritos, en la seguridad de la familia.
Siempre tengo esta hoja en blanco, delante de mi diciendo, ven aqui Monica, ¿Por que tiemblas de miedo? Saca ya esa agonia y cantame tu lamento, salvame si puedes de este vil incendio.

domingo, febrero 05, 2006

Mi tributo a Pablo de Rokha

L A C I U D A D M O D E R N A
E S T R Á G I C A
Y N O E S T R I S T E
Sabes Mónica, anoche Dios
lloraba entre mundos que van
así, mi niña, solos, y tú dices:
"te quiero", cuando hablas con
"tu" Pablo, sin oirme jamás.
Si pudiera fundir el universo entero
y fabricar con él una olla estupenda,
os pondría a cocer un siglo a fuego lento
bajo el sol encendido, como un terrón de fuego,
sobre el incendio del corazón de la tierra.
¿A cocer? ¡Para qué!
¿Cambiaría así algo?
¡Pablo!
¡Somos artistas!
Ay Mónica, ¿Cuándo entenderás?
Hacer arte es hacer lenguaje,
lenguaje extraño, trunco, espantoso,
deforme, dinámico, flexible y claro
como un río para aquellos que
tienen la luz pusta en sí mismos,
la realidad de un cerro
y el talento de un hombre.
Quiero ser simultaneamente
sombra y luz, raíz, hoja y fruto,
y condensar inmensamente
toda la tierra en un minuto.
¡Mónica! ¡Escúchate! ¿A mí me lo dices?
Estoy a obscuras y soy lumbre,
soy la multitud y estoy solo,
mis trancos van de cumbre a cumbre,
mi cerebro de polo a polo.
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Siempre me ha gustado leer. Durante mis años de colegio, lejos de ser un sacrificio, como para la mayoria de mis compañeros, fue la ventana para entrar a un mundo distinto donde estaba todo permitido.
Desde entonces me otorgaba ya la posibilidad de tomar aquellos fragmentos que personalmente me gustaban y escribirlos en algun cuaderno. Por alguna razon naci ordenada, asi que conserve todos esos fragmentos en el mismo cuaderno, que hoy guardo con especial cariño. Tambien me gustaba y me gusta imaginar dialogos y hacer adapataciones de aquellos trozos de lituratura inmortal.
Esta vez fue un poema de Pablo de Rokha el que me asalto durante la noche y esta adptacion mia la que le otorga un sentido personal y un matiz distinto a aquellas frases que ya permanecieron estaticas suficiente tiempo.
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Vinimos a incendiar
la tierra con el verbo
y no a quemarnos
las rodillas en la ceniza....
¡Arrodillados!
Como los soldados de hogaño.
No,
nosotros caeremos rugiendo
¡Caeremos ardiendo!
P.R.