Ocaso...

Esa es una de mis palabras favoritas...OCASO, junto con umbral, claro.... es que es siempre a esta hora de la noche cuando me siento renacer. Por eso ando muerta de sueño en las mañanas y me cuesta tanto levantarme. Pero son detalles, no? Un pequeño precio que hay que pagar por mantenerme un poco más viva.
Esto de las responsabilidades, levantarse para estudiar y acostarse para levantarse apurada a volver a estudiar, me deja una gran sensación de vacío. Que ganas de ser suficientemente inteligente como para no necesitar esforzarme y aprobar todos mis ramos con tranquilidad. Pero a mi me toco difícil, y cada pequeña victoria en los estudios ha sido a costa de sacrificar mis otros anhelos. Si, otros anhelos.... porque una carrera es sólo una herramienta para vivir la vida que he soñado vivir. Me decepciona mi vida rutinaria, me parece sin sentido. Me siento desvanecer si paso demasiados días sin escribir, sin cantar, sin mirar al cielo.
Todo sería mucho más fácil si lograra desdoblarme, llevar la mitad de mis neuronas a la universidad, y dejar la otra mitad frente a mis cuadros incompletos.
Que ganas de tener la sensibilidad de plasmar en estas letras revueltas lo que de verdad pasa por mi cabeza. La capacidad de desenvolver mi caos interno y sentirme así un poco más liberada. Porque siempre ha sido más fácil resguardarse tras la sonrisa que siempre aparece delante mío, casi involuntariamente. Y las razones son tan inextrincables como las ideas que rondan mi cabeza, muchas veces nublando mi vista y escondiendose tras un rostro pensativo y silente que aparece en la noche. Cuando ya no hay nadie que te pregunte que te pasa sin tener el más mínimo interés, sin nadie que me pida explicaciones de lo inexplicable, sin críticos ni jueces. Genial, ya estoy lista para dejarme llevar por lo que nazca.