Debería estar lloviendo...

Definitivamente no todos lo días son tan malos....en realidad no se, quizás sea sólo mi extraña forma de percibir el mundo la que juega con mi forma de ver las cosas, de intuir los nuevos despertares, de mantenerme muchas horas contemplativa y cauta.... lejos de la euforia y las oleadas de palabras que se agolpan en mi garganta luchando por salir tan furiosamente.... Es que el deporte y la música apaciguan dragones.... Porque no todo es duda y decepción..a veces también encuentro paz....incluso en los lugares más extraños, en las miradas más impersonales, en las sonrisas más ajenas... Extraños son todos los los múltiples seres que pueden habitar en una misma persona. Los rasgos de mi propia personalidad no dejan de sorprenderme. Y aún más, pensar que lo que soy yo no es más que la sumatoria de experiencias discontinuas percibidas por tan contradictorios sentidos que no debería extrañarme el inherente absurdo.
Hoy fue un día gris en Santiago. Estuvo siempre amenazante y nunca se dejó caer la estruendosa lluvia. La horas pasaron demasiado lentamente y el frío se apoderó de mí en cada respiro. Quisiera que ahora se pusiera a llover fuerte, y poder contemplar la lluvia desde la calidez de mi ventana. Pero el cielo no deja caer sus lágrimas en cualquier minuto, dudo que lo haga según mi voluntad.