Por muchos años viví con un hombre en mi cabeza, en el que convivían mis miedos mis alegrías, mis dudas.
Él se llamaba Santiago, y después de tantos años, creo que debería decir más bien que "se llama"... "se llamaba" suena a como si hoy ya no existiera.
En esta ciudad infernal, caminé bajo la lluvia y el sol, sin rumbo fijo, a donde me llevaran mis pasos.
Pasos que siempre encontraron su rostro pensativo observándome.
Con esa mirada antiquísima que nunca fui capaz de leer, y que aún hoy me llena de dudas.
Mientras con más esfuerzo intentaba cercarme, más lejos huían esos ojos.
Sí, era un deso irreprimible por entenderlo, por saber que pensaba, por convertirlo en un ser predecible.
Como actuaría, cuales serían sus próximas palabras, si su abrazo sería suave o si me apretaría como si creyera que me iba a desvanecer.
Hoy su presencia se hace cada día más débil y efímera.
Quizás me he vuelto yo en una mujer que no está a su altura, que ha perdido esa gota de locura, que ya no deja los pies marcados en el barro.
Quizás camino hoy mucho más aprisa y he perdido de percibir sus ojos en mi espalda.
Quizás si los he sentido, pero no me he vuelto a mirar.
A veces añoro volver a tenerlo conmigo, a caer en su juego que podría llevarme a cualquier parte, a cualquier estado. Pero me gusta también esta tranquilidad, la paz de saber que cada uno de mis pasos me lleva precisamente a donde quiero dirijirme.
Es entonces el desafío, revivir a Santiago en mis letras, no olvidarlo, volver a caer en sus encantos y dejarme seducir.
Y levantarme al día siguiente y sonreir por la mañana.
Reinventarlo, volver a mirarlo de frente.
Seguir a su lado sin entender, sin pensar.
Porque el día que me despierte y lo vea como añoro, predicible, humano, real, dejará de existir definitivamente.
domingo, enero 13, 2008
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8 comentarios:
que bueno
que te pueda leer otra vez.
alvaro
parece que umbral-ocaso no escribe mas?
A veces, uno conserva mejor las memorias del anhelo que las verdaderas. A veces, es mejor seguir así, continuar bebiendo de aquello que de alguna forma nos cambió a quien somos ahora, este que sabe a donde quiere ir, pero que, en ocasiones, recuerda una imagen de si, y la añora -me pasa seguido, por eso lo menciono- quiero decir, la memoria nos define en muchas formas, y esta que guardas, es particularmente hermosa a pesar de que en una primera impresión parece egoista y un tanto maniaca. Muchos recuerdos son así.
Un abrazo desde esta melancolica ciudad de México.
Hola.
Hace unas semanas, un amigo estuvo por allá, en Chile, promoviendo su trabajo. Consiguió buenas cosas, y una parte de ese trabajo se hizó acá, en este mismo ordenador desde el que ahora escribo. Ojalá pudieras verlo, el corto se llama "Neblina" y el link es este: http://www.santiagorama.cl/
Cuídate much...
Que el próximo sea un gran año, Mo.
Un abrazo desde la caótica ciudad de México...
Andando por estos lares del internet, me topé con este blog.
De verdad me agrada la sinceridad con la que te das a conocer MO
Pregunta: Por que ya no escribes más? va casi año y medio y no se ve nada más...
Animo chica!
Atte: blancKid
Qué tal.
Por acá, 2010 es año de festejos mediaticos, pero lejos de eso, espero que este sea un buen año para ti y los que te rodean.
Un abrazo grande desde esta fría ciudad de México...
Hola...
¿Cómo estas?
Espero que todo este bien.
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