lunes, octubre 09, 2006

De las inspiraciones y lo aprendido

Me he sentado varias noches consecutivas frente a esta imagen, intentando poner en orden mis ideas, intentando entender de alguna manera fácil aquello que me perturba.
Pero no logro encontrarle un principio, una secuencia a esta maraña de ideas. Mientras, continúa sobre mi frente la irremediable marca de la preocupación.
A veces me resulta fácil y natural sentarme a escribir, y sobre esas letras logro vislumbrar luz a pesar de la oscuridad. Escribir como unico nexo concreto entre aquello que puedo observar frente al espejo, pero que es incapaz de ser pronunciado por mis labios.

Otras veces se escribe por simple inspiración. En general es alguna idea que se pasea en círculos por mi cabeza y que en cada vuelta va recogiendo un pedacito extra... Detalles de colores y aromas, recuerdos de rostros que de alguna forma irracional se relacionan con la idea primitvia. Entonces escribir resulta fácil, y me vuelvo retórica y autocomplaciente. Entonces escribo aquello tantas veces percibido, aquello que ansío leer.

Así nacen personajes que bajo mi lápiz firme adquieren vida y movimiento. En principio se ven obligados a complacer mi voluntad, a caminar por los senderos que yo trazo, a sonreir tras mi sonrisa, a encontrarse con aquellos que mi deseo coloca frente a sus pasos. Pero puede suceder también que la idea que al principio parecía clara e imperecedera, después de adosar tantos matices divergentes, se me va de las manos. En ese momento los personajes adquieren vida propia, desconozco sus andares y devenires, resultan en tragedias épicas en que mi voluntad siempre sale perdiendo.

Ahora sucede que no se como enfrentar este nuevo estado mental, en que la paz aparente inquieta demasiado las ideas... Como si el no movimiento de un polo de mi cabeza generara torbellinos en el polo opuesto.Como si ambos se desconocieras, como si hubieran olvidado la armonía bajo la cual se adquiere la tenacidad para vivir. Y todo a causa de un pasar tranquilo, de haber logrado por fin mantener a los fantasmas en calma.
Al parecer he de aprender a vivir nuevamente, ahora en este pasar de calma y remanzo. Como si en una lucha eterna hubiese conseguido una victoria... Una victoria que se intuye momentanea... Bajar las armas?

Como se retoma una vida olvidada...
Cuando ya no se recuerda el sabor de la mañanas tranquilas y la luz del mediodía encandila los ojos tan acostumbrados a las penumbras.
Como se retoma la confianza y se vuelve a caminar erguida...

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